¿No sabes cómo conservar el jamón ibérico una vez abierto? ¡Sigue leyendo
Con frecuencia, al empezar una pieza de jamón nos surge la siguiente duda: ¿Cómo lo conservamos?
Percatarnos de este hecho es importante. El jamón es un producto que requiere de una conservación adecuada para garantizar su calidad, contribuyendo a mantener su frescura y sabor intactos.
En Berman Ibéricos queremos ayudaros a conservar el jamón en las mejores condiciones una vez empezado. A continuación, os facilitamos algunos consejos que podéis aplicar en casa, para que vuestros jamones no se deterioren después de empezarlos.
El corte: el primer paso
Un dato que debemos tener en cuenta es que, al adquirir un jamón, esta pieza se encuentra en el punto exacto de curación. Por ello, es conveniente empezarlo antes de que pase un mes desde que se produce la compra, ya que sus propiedades se encuentran en su mejor momento.
Nos disponemos a cortar el jamón. Es importante recordar que lo ideal sería abrirlo lo menos posible, empezando únicamente la parte que vayamos a consumir. No en vano, la piel actúa como protectora del jamón.
Conservación en la nevera
Ya tenemos cortado el jamón. Es posible que la cantidad que hayamos cortado no sea toda la que vamos a consumir en ese momento. Para conservarlo, guardaremos en la nevera esa pequeña cantidad. Esta deberá almacenarse en el espacio de mayor temperatura de la nevera. Idealmente, la conservación del jamón sería en torno a los 4-8 grados, procurando que sea estable. Es importante que esté envuelto en film transparente, lejos de fuentes de luz intensas y de olores potentes que pudiesen transferirse al jamón.
Finalmente, al sacarlo de la nevera es conveniente esperar unos minutos antes de volver a comerlo. Así, estaremos permitiendo que el producto tome temperatura, optimizando su sabor.
Mantenimiento de la pieza de jamón
Procuraremos conservar la pieza de jamón en un lugar fresco, alejado de fuentes luminosas, corrientes de aire o fuentes térmica. En casa, la temperatura ideal a la que deberíamos tener nuestro jamón sería de unos 18 a 24 grados. En la medida de lo posible, evitaremos que le dé el sol de lleno y, por supuesto, lo mantendremos retirado de radiadores y otros electrodomésticos.
Una vez lo hemos empezado, untaremos la parte que queda descubierta de la pieza con su propia grasa. Es importante no untar demasiada, procurando que sea una lámina fina. Finalmente, cubriremos la pieza con un paño de algodón.
¿Caduca el jamón?
El jamón es un producto que caduca con el paso del tiempo. Aunque este proceso es relativamente largo, es conveniente consumirlo en el plazo de un mes desde que lo empezamos.
Esto es así ya que el jamón se va secando a medida que pasan los días, perdiendo sus propiedades y, con ellas, reduciendo la intensidad de su sabor.
Una alternativa para evitar que el jamón caduque antes de que lo consumamos es envasarlo al vacío. En estas condiciones, siempre que lo conservemos en una nevera, prolongaremos ese tiempo hasta su caducidad en 4 meses.
Conservar jamón en casa antes de empezarlo
Ya te hemos contado algunos trucos para mantener nuestro jamón en perfectas condiciones una vez lo hayamos empezado. Si bien, ¿y antes?
Antes de empezar un jamón, el espacio ideal para su conservación debería ser un sitio fresco, sin humedad y resguardado de la luz.
Intentaremos mantenerlo por debajo de los 20 grados, preferiblemente colgado.
Ahora que conoces algunos consejos para conservarlo en las mejores condiciones, desde Berman Ibéricos aprovechamos para invitarte a descubrir nuestra selección de jamones ibéricos de bellota. Toda una delicia gastronómica de D.O.P. Guijuelo, con un sabor y textura inigualables.