Es importante a la hora de comprar multitud de sus alimentos, saber cuáles son las partes del cerdo ibérico. Pues cada una tiene unas características y sabor únicos que le otorga su calidad.
El cerdo ibérico es conocido por su exquisitez culinaria y la variedad de cortes que se pueden obtener de él. Desde la cabeza hasta el rabo, cada parte del cerdo ibérico se aprovecha para crear platos y productos deliciosos.
En este artículo, exploraremos las diferentes piezas que componen este animal y cómo se utilizan para sacarles el máximo provecho.
Podemos diferenciar tres zonas principales cuando hablamos del cerdo ibérico.
Cabeza del cerdo ibérico:
- Oreja: La oreja del cerdo es considerada en otros países como una parte desechable, sin embargo en España es un plato muy popular, con un sabor exquisito de textura cartilaginosa.
- Papada: Se obtiene del extremo superior de la falda, es decir, cerca de la musculatura del cuello. La papada tiene un contenido graso bastante alto, es por ello que se suele utilizar principalmente para caldos y dar sabor a infinidad de platos. como el cocido.
- Carrilleras: De una jugosidad y sabor únicos, las carrilleras proceden de los lados inferiores de la mandíbula del cerdo.
Cuerpo del cerdo ibérico:
- Presa Ibérica: se trata de una de las zonas más preciadas del cerdo ibérico, esto se debe a su contenido en grasa intramuscular, lo que otorga un sabor jugoso y una textura única.
- Pluma Ibérica: Aunque de pequeño tamaño, con un peso aproximado de 100 gramos, la pluma ibérica es sabrosa al paladar y posee una excelente textura y calidad debido a su posición cerca del lomo del cerdo. También se utiliza como ingrediente para elaborar el lomo embuchado.
- Lagarto: Aunque menos conocida, también es una parte muy preciada del cerdo, es muy alargada y estrecha y se encuentra entre el espinazo y el lomo de cerdo.
- Costilla: Las costillas ibéricas son especialmente jugosas debido a la combinación de carne magra y grasa.
- Lomo Ibérico: Esta pieza es muy apreciada en la gastronomía y se utiliza para preparar la famosa caña de lomo, uno de los embutidos más valorados. También se puede utilizar en tacos para preparar guisos o pinchos.
- Solomillo: El solomillo ibérico es la carne fresca de cerdo más demandada debido a su textura, aroma y sabor. Esta pieza se encuentra en la parte trasera del cuerpo del cerdo, junto al lomo y en el comienzo del jamón.
- Tocino: Compuesto por la grasa del cerdo ibérico, destaca por su gran sabor.
- Panceta: Aunque se asemeja al tocino, la panceta ibérica tiene más capas de carne magra que grasa y se encuentra en otra parte del cuerpo del cerdo.
- Secreto: Al igual que el solomillo, solo se extraen dos piezas de esta carne, que se reconocen por su veteado blanco de grasa infiltrada, proporcionando una textura y jugosidad deliciosas.
Patas del cerdo ibérico:
- Paletas: La paletilla ibérica es una pieza que se obtiene de las patas delanteras del cerdo. Aunque presenta similitudes con el jamón, la paletilla ibérica suele pesar entre 4 y 6 kilos, siendo parte de este peso hueso. En comparación, el jamón ibérico pesa entre 6 y 9 kilos, con menos proporción de hueso. La paletilla ibérica se somete al mismo proceso de elaboración que el jamón y ofrece sabores y texturas únicas. En ibéricos Berman contamos con: Bellota 100%, Bellota 75%, Cebo de campo 50% y Cebo ibérica 50%.
- Jamón: La pieza estrella del cerdo ibérico. Es una de las piezas más conocidas y apreciadas del cerdo ibérico. Se obtiene de las dos patas traseras del animal y se diferencia en seis partes: caña, jarrete, maza, contramaza, babilla y punta. Aunque todas estas partes pertenecen a la misma pieza, cada una de ellas tiene sus propias peculiaridades. El jamón ibérico se caracteriza por su sabor único, su textura jugosa y su aroma inconfundible. Si quieres disfrutar de todo el sabor en cada una de sus variedades te invitamos a probar nuestros Jamones Ibéricos, Cebo de campo y Cebo ibérico.
Conclusión
El cerdo ibérico es un verdadero tesoro culinario. Cada una de sus partes ofrece sabores, texturas y jugosidad únicas.
Ya sea disfrutando de un jamón ibérico de calidad, saboreando un solomillo ibérico tierno o cocinando platos con panceta ibérica, este animal nos regala una amplia variedad de opciones culinarias que deleitan los paladares más exigentes.
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